Y tras dedicar un espacio a las míticas botas Chelsea, ahora le toca el turno a otro clásico que se ha ido reinventando con el tiempo, las conocidas botas Dr. Martens.
Cuenta la historia que Klaus Märtens fue un médico militar alemán que durante la Segunda Guerra
Mundial en un receso en 1945 se lastimó su tobillo
esquiando en los Alpes bávaros. Ahí fue donde se dio cuenta que las
botas utilizadas en ese entonces por el Ejército eran muy incómodas, así
es que mientras estaba convaleciente diseñó mejoras en éstas
enfocándose a crear unas suelas amortiguadas con aire.
En un principio Märtens no tuvo mucho éxito vendiendo sus zapatos hasta que se asoció
con un viejo amigo de la universidad, Dr. Herbert Funck, originario de
Luxemburgo, en Munich en 1947. Ambos empezaron a fabricar las botas
usando deshechos de caucho de la flotilla aérea alemana. Es curioso porque las primera usuarias de estas botas fueron precisamente amas de casa, quienes encontraron comodidad en sus suelas por la amortiguación y además porque eran muy duraderas.
Las primeras Dr. Martens salieron a la venta en el Reino Unido el 1
de abril de 1960, con el estilo conocido como 1460, con diseño rojo cereza y ocho ojos para meter los cordones. Se hicieron muy populares entre trabajadores como carteros, policías y obreros de fábricas.
A finales de los años 60, los skinheads prestaron atención a las botas Dr. Martens y bandas callejeras hicieron
de las botas rojo cereza su seña de identidad.
Unos pocos años después de que salieran al mercado, Pete Towshend usó
un par negro de las 1460 sobre el escenario con su banda The Who,
reflejando claramente su simpatía por el orgullo de la clase
trabajadora, de ahí siguieron todo tipo de subculturas como los skins,
punks, hardcore, psychobilly, goth, industrial, grunge, Britpop y emo, entre muchos otros. A mediados de los 70, las botas Dr. Martens fueron populares entre las estrellas británicas del punk y rock como Sex Pistols o The Clash
y en general los seguidores del movimiento punk, convirtiéndose desde entonces en un calzado eminentemente rockero.
Os dejo una imagen del mítico grupo de ska Madness así como del conocido grupo de britpop, Blur:
En noviembre de 1994 se abrió una tienda de seis pisos
de Dr. Martens en Convent Garden en Londres. Fue en los 90 cuando este tipo de zapatos se asoció también con la cultura y estilo grunge que predominaban en ese momento.
Pero nuestras populares botas han experimentado bajadas y subidas, y concretamente en 2003 la compañía casi cae en la bancarrota e incluso dejaron de producirse en Inglaterra, lo que causó el cierre de varias fábricas y el despido de muchos empleados.
Favorablemente en 2004, las Dr. Martens se volvieron a producir en la fábrica de
Cobbs Lane en Wollaston, con la idea de dirigirlas a un mercado que busca una línea
vintage, ya que éstas se fabrican bajo las mismas especificaciones de
las originales. Por lo que desde entonces podemos decir que están viviendo su mejor momento pues se han convertido en un fondo de armario imprescindible.
Uno de los precursores de su renacimiento han sido el diseñador Marc Jacobs quien es asiduo a llevarlas, así como la modelo británica Agyness Deyn quien ha colaborado en varias campañas publicitarias e incluso ha diseñado una línea de calzado con su nombre. Aquí os dejo unas imágenes de ambos en las que se demuestra su pasión por este calzado:
Y es que las temporadas pasan pero los clásicos permanecen...y este otoño-invierno las icónicas botas, con su características cámara de aire y su pespunte amarillo están presentes en los guardarropas más trendy de medio mundo. Aquí os dejo unas imágenes de streetstyle que os pueden inspirar tanto a chicas como chicos:
Su
espíritu transgresor se conserva intacto, pero se reinventan cada año
con los colores y los tejidos más novedosos. Esta temporada, los clásicos vienen pisando más fuerte que nunca por lo que os dejo looks con sus versiones en tonos negro y cherry. A la derecha la diseñadora freelance Giorgia Tordini y a la izquierda la modelo española Alba Galocha quien las usa frecuentemente:
Pero además, para los más atrevidos, la línea
clásica se llena de color, incorporando tonos rosas, violetas, e incluso con estampados de leopardo o de flores, pero además resurgen modelos cortos como el de la derecha:
Y para finalizar os dejo una muestra de la variedad de colores y estampados que podéis encontrar bien en la web de compra on-line de Dr. Martens como en ASOS o Underground Madrid: