Para empezar mis disculpas por haber estado ausente más de un mes: vacaciones, circunstancias personales, y que he estado sumergida en la lengua francesa para poder al fin obtener mi diploma, me han hecho estar un poco desconectada y estar más inmersa en lo francés que en lo inglés.
Es por ello que el post de esta semana quiero dedicarlo a la modelo y productora musical francesa, Caroline de Maigret, aprovechando la publicación de su libro "How to be parisian wherever you are".
Es por ello que el post de esta semana quiero dedicarlo a la modelo y productora musical francesa, Caroline de Maigret, aprovechando la publicación de su libro "How to be parisian wherever you are".
Riéndose de los tópicos con acidez y haciendo autocrítica de los mitos en los que caen continuamente como abanderadas del estilo francés: Caroline de Maigret, Anne Berest, Audrey Diwan y Sophie Más, las autoras del libro, han optado por abandonar el romanticismo de otros manuales del estilo francés y descifrarnos el origen del encanto de las parisinas que va más allá de la moda. Vamos, lo que en mi opinión es no peinarte, ir con la cara lavada y con ese je ne sais pas quoi que todas queremos poseer.
De familia noble y con pasado de modelo, a sus casi 40 años, Caroline resiste y supera con buena nota a todas las niñitas monas e "it girls" jóvenes prefabricadas. Al igual que tantas otras
modelos que rozan los 40, de Maigret se encuentra más activa que nunca con el
fenómeno del street style donde se ha convertido en una de las mujeres con más estilo, lejos de poses absurdas, "mamarracheo" y looks disfrazados.
Caroline de Maigret nació en 1975, estudió literatura moderna en la Sorbona y en el año 1993 fue descubierta como modelo. Ha desfilado para Kenzo, Lanvin, Alexander Wang o Chanel y a día de hoy sigue siendo musa indiscutible de la "petarda" de Karl Lagerfeld.
Ha posado para los objetivos de los mejores fotógrafos como Mario Testino, Terry Richardson y Peter Lindbergh entre otros, aunque su verdadera pasión es la música.
Caroline, través de su productora Bonus Track Records y junto a su pareja, Yarol Poupaud, miembro del grupo Black Minou, se dedican a producir música que les gusta y que merece existir, según palabras de Caroline.
De hecho cuentan en su casa de París con un estudio de música donde llevan la dirección creativa de la imagen de varios grupos. Mucho ojito al pisito de VPO de la chica...qué guay esto de ser aristócrata para poder dedicarte a lo que te sale del alma...
Caroline de Maigret nació en 1975, estudió literatura moderna en la Sorbona y en el año 1993 fue descubierta como modelo. Ha desfilado para Kenzo, Lanvin, Alexander Wang o Chanel y a día de hoy sigue siendo musa indiscutible de la "petarda" de Karl Lagerfeld.
Ha posado para los objetivos de los mejores fotógrafos como Mario Testino, Terry Richardson y Peter Lindbergh entre otros, aunque su verdadera pasión es la música.
Caroline, través de su productora Bonus Track Records y junto a su pareja, Yarol Poupaud, miembro del grupo Black Minou, se dedican a producir música que les gusta y que merece existir, según palabras de Caroline.
De hecho cuentan en su casa de París con un estudio de música donde llevan la dirección creativa de la imagen de varios grupos. Mucho ojito al pisito de VPO de la chica...qué guay esto de ser aristócrata para poder dedicarte a lo que te sale del alma...
Bueno, y aparte de ser aristócrata, bellísima, productora musical, escribir libros con sus amiguitas...qué vamos a decir de su estilo: creo que ya está todo dicho.
De melena larga y aspecto descuidado, con su personal flequillo en la frente y la cara natural sin una capa de pintura, la "de Maigret" es lo que se conoce vulgarmente como un "pivonazo":
Mi amiga Carolina hace bandera de su estilo masculino, de prendas amplias, mucho básico y con el vaquero como algo clave, junto a cazadoras de cuero, camisetas, botas, deportivas y camisas de cuadros, sin necesidad de ir marcando.
Y para actos públicos y eventos de moda, deja su lado más casual y opta por colores básicos como buena parisina como el negro, azul marino, gris y blanco.
Su inconfundible je ne sais pas quoi (ese toque grunge pero elegante y estudiado, sofisticado a la vez que sencillo, femenino a la vez que masculino...) consigue convertir en sensual cualquier trapillo que se ponga y estar perfecta sin necesidad de peine y excesivo maquillaje (algo con lo que muchas no podemos ni soñar...).
Nada chicas, si queréis ser como Caroline y derrochar allure francés, ya sabéis: no peinaros, cero pintura y robar parte del armario de vuestros chicos...